
Dios no existe.
Es sólo una descarga de toda culpa de las personas. Y un justificativo para seguir haciendo mal las cosas.
Es algo en qué creer. Algo que nos hace pensar que hay más después de ésto, que llega lo mejor.
Es el más nítido reflejo de la incapacidad del hombre de solucionar sus problemas.
Es algo que escucha y vela por el hombre cuando el mundo cerró sus oidos a él.
Es la necesidad humana de relegar toda culpa a "un ser superior".
Es el miedo a lo desconocido, su papel de explicación a lo inexplicable, lo que lleva al hombre a creer en él.
Es la esperanza de que todo ésto no es en vano.
Es miedo. Por lo tanto, es control sobre las masas.
Pero no creo en él, yo no. Muchos no.
¿Qué queda para nosotros, los que no creemos?
Nada en qué creer, nadie que escuche, nadie que guíe, ninguna promesa de algo mejor que ésto que se llama Vida, nada que justifique los actos propios.
Es allí donde participan el amor propio, la confianza en uno mismo, y la responsabilidad de nuestros actos (y la aceptación de sus consecuencias).
Perdón.
No debe existir esa palabra.
El hombre tiene naturalmente una tendencia a descargar toda posible culpa de su persona.
Dios, de algún modo, existe. De un modo hipotético, interno.
Cada una de las personas que realmente cree en Dios es su propio dios. Obviamente dios no es eso de lo que ellos hablan, un "ser" que todo lo sabe y demás. Es sólo el hombre tomando máxima consciencia de su vida y de sus actos. Es el hombre teniendo plena confianza en sí mismo, realizando cosas que sólo así pueden lograrse.
¿Está bien llamarse a uno mismo dios?
No, no lo está. Por qé no llamar las cosas por su nombre. Es difícil, muy difícil. Asumir que dios no existe, sería dejar caer en la propia persona la responsabilidad que, de la otra forma, cae en él, en su papel de "Ser Superior".
1 comentario:
aii mi vidaaa (L)
q linda la foto con el pelitu larguuu
*_*
te kero espoza mia d mi (L)
cambia la letra o agrandala q m vuelvo puta leyendo ¬¬
Publicar un comentario