Marginados de la sociedad,
habitantes de las sombras
¿tanto temen a un ser superior?
Porque es eso lo que somos:
seres superiores.
Entrégate en cuerpo y alma,
permíteme someterte a mi voluntad.
No piensas, no eres.
La mente es poder,
el pensar es poder.
Muevo los hilos a mi antojo,
sé cómo hacerlo,
y no puedes contra mí.
Soy más fuerte, soy mejor.
Morirás a mis pies.
Tu existencia me pertenece
sólo estás aquí para servirme.
Dominaremos,
haremos reconocer nuestra superioridad,
no escaparán a eso.
Serán los nuevos mártires de la razón,
de la inteligencia,
así como nosotros lo somos ahora
de la mediocridad, del sin sentido, de la banalidad.
Inclínate, entonces, ante mí
soy tu amo ahora.
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